
La ambliopía es el término médico complicado para la deficiencia visual que también se conoce como ojo vago o visión reducida. ¿Qué diferencia a esta deficiencia visual de otros defectos de la vista?
En la ambliopía está afectada principalmente la agudeza visual. En el caso extremo, el paciente puede quedar completamente ciego. Sin embargo, también es posible que ambos ojos estén limitados o que solo un ojo esté afectado. Los pacientes con una ambliopía unilateral a menudo no saben que están afectados, porque suelen compensar bastante bien la debilidad visual con el otro ojo. En conjunto, alrededor del 5 a 6% de la población alemana padece alguna forma de ambliopía. También en Augenland Frankfurt este tema se presenta de vez en cuando en la consulta de los oftalmólogos. En particular, los médicos de Augenland Frankfurt desean señalar la importancia de un diagnóstico temprano en los exámenes preventivos.
Especialmente en el caso de los niños pequeños se recomienda llevarlos al menos una vez a una revisión preventiva para comprobar si podrían padecer ambliopía. Aunque los niños tampoco suelen darse cuenta cuando solo un ojo está afectado, eso no significa que la ambliopía no sea una limitación seria. Debe diagnosticarse a ser posible ya en la infancia, porque en adolescentes y adultos ya no existen tratamientos demostrados como eficaces. ¡Por desgracia, todavía muchos niños acuden demasiado tarde a los exámenes preventivos, ya que en el pediatra no se realiza la primera prueba visual hasta el chequeo U8! A más tardar a los 30–40 meses de edad conviene llevar a un niño a revisión, aunque aparentemente no tenga problemas de visión. En niños con antecedentes familiares o si los padres notan que bizquean, una revisión preventiva ya desde los 6 meses es recomendable. Como la detección temprana es tan importante, Augenland Frankfurt ofrece este control de manera gratuita.
El procedimiento después de un diagnóstico depende del tipo de deficiencia visual. El estrabismo, por ejemplo, se trata de otra forma distinta a la ambliopía. El tratamiento de la ambliopía consiste en gran parte en prevención y terapia visual. Porque, a diferencia de los ojos de los adultos, los ojos de los niños, que aún son mucho más flexibles, pueden entrenarse para ver lo mejor posible. Por ello, el entrenamiento visual tiene lugar casi siempre antes de la edad escolar, tanto en casos de estrabismo como en casos de ambliopía. Generalmente no elimina por completo la ambliopía, pero sí puede mejorar significativamente la visión. No se trata de una curación en el sentido clásico, pero sí de un progreso notable.
¿Cómo funciona un entrenamiento ocular de este tipo? En esencia, de forma bastante simple. En la ambliopía unilateral, la debilidad visual suele intensificarse de manera inconsciente porque el niño no utiliza el ojo afectado y depende casi exclusivamente del ojo sano. Como terapia, se cubre el ojo sano para que el niño aprenda durante la terapia a ver con el ojo afectado.
En algunos casos, la aparición de la ambliopía se asocia con enfermedades oculares, por ejemplo puede ser consecuencia de una catarata congénita. En estos casos primero debe realizarse una cirugía que corrija la causa antes de comenzar con la terapia. También pueden presentarse defectos de refracción (miopía o hipermetropía) en niños con ambliopía, que primero deben corregirse con gafas. A veces, esto es suficiente, ya que una diferencia en la visión entre ambos ojos puede llevar al hábito de utilizar más un ojo que el otro, lo que desemboca en la ambliopía del ojo menos usado.
Al igual que muchos otros defectos visuales, la ambliopía es un ejemplo de una deficiencia visual que puede tener diferentes causas y afectar de manera distinta a cada paciente. En Augenland Frankfurt tratamos cada caso de forma individual y vemos junto con cada paciente qué es lo mejor para él.
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