Im Augenland Frankfurt bekommen es die Ärzte tagtäglich mit verschiedenen Erkrankungen zu tun, die sie für die Patienten bestmöglich diagnostizieren und behandeln sollen. In aller Regel wird dabei von der Seite der Betroffenen davon
En Augenland Frankfurt los médicos tratan a diario con diferentes enfermedades que deben diagnosticar y tratar de la mejor manera posible para los pacientes. Por regla general, por parte de los afectados se parte de la base de que tienen una única enfermedad y reciben un único diagnóstico. Muchos problemas oculares frecuentes aparecen efectivamente por lo general de manera aislada.
Algo más complicada se vuelve la diagnosis en la llamada uveítis, denominada en Alemania también como inflamación del iris. Porque es un acompañamiento frecuente de otras molestias: en más de la mitad de los 100.000 casos en los que en Alemania aparece la uveítis, el paciente ya había estado enfermo antes y la uveítis surge como enfermedad acompañante.
Como se puede notar con ello, también para la medicina y, por supuesto, para nosotros en Augenland Frankfurt es importante trabajar de forma interdisciplinaria con otros médicos para comprender el cuerpo en su conjunto lo mejor posible. Por ello, nuestros médicos no se limitan necesariamente en las conversaciones con usted a sus ojos, sino que también pueden preguntar por otros hallazgos médicos.
Pero ¿por qué hacen otras enfermedades el ojo tan sensible a inflamaciones? Muchas de las enfermedades que típicamente llevan a una uveítis no tienen a primera vista nada que ver con los ojos: reuma y esclerosis múltiple son conocidas porque las personas afectadas por ellas tienen un riesgo aumentado de uveítis. Esto vale igualmente para artritis y enfermedad de Crohn y la enfermedad pulmonar sarcoidosis. Típicamente están en riesgo, sin embargo, personas que ya están afectadas por inflamaciones: la artritis es una inflamación de las articulaciones, la enfermedad de Crohn una inflamación del intestino, también muchas de las enfermedades de la columna vertebral llamadas reuma son inflamatorias y en la esclerosis múltiple se trata de una inflamación del sistema nervioso.
¿Surge entonces una uveítis siempre porque el cuerpo reacciona a una infección por bacterias, virus o hongos con una reacción inflamatoria?
No. Solo en aproximadamente el 40% de las inflamaciones del iris puede detectarse tal causa. También de las enfermedades mencionadas arriba, en cuya compañía a menudo se forma la uveítis, algunas reacciones inflamatorias son consecuencia de una infección. Muchas, sin embargo, son también inflamaciones, es decir, reacciones del sistema inmunitario, sin que pueda diagnosticarse un agente patógeno desencadenante. Según el estado actual de la investigación se trata de enfermedades autoinmunes. Es decir, el cuerpo parte erróneamente de que debe combatir un patógeno y por ello desencadena una inflamación en un lugar. Algunos sistemas inmunitarios tienden a hacerlo con más frecuencia que otros. Potencialmente pueden activarse en cualquier lugar del cuerpo. Eso explica también por qué enfermedades como una inflamación en los ojos aparecen tan frecuentemente al mismo tiempo que inflamaciones en lugares completamente distintos del cuerpo como el intestino, el pulmón, la columna vertebral y las articulaciones.
La uveítis en sí es un término paraguas para inflamaciones que aparecen en el ojo en la capa media del ojo (llamada úvea). Como a menudo está afectado el iris, llamado también arco iris en alemán, también se la llama inflamación del iris. Dependiendo de si se trata de una uveítis anterior, intermedia o posterior, también son distintos los síntomas. En cualquier caso es recomendable, ante limitaciones en el campo visual o incluso dolores en el ojo, concertar lo antes posible una cita con nosotros en Augenland Frankfurt. La uveítis puede confundirse rápidamente con otra forma de enfermedad, por ejemplo una conjuntivitis. Para el tratamiento correcto, sin embargo, es imprescindible un diagnóstico. Un tratamiento se realiza según la forma de la uveítis: si es consecuencia de una infección, se administran antibióticos. En la forma autoinmune más frecuente, se puede actuar contra la sobrerreacción del sistema inmunitario con otros medicamentos. La mayoría de las veces bastan pomadas oculares o gotas que hacen remitir la inflamación.
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